Esta mañana tenía un correo de la presidenta de
Médicos del Mundo en mi buzón. Hoy es el Día Internacional del SIDA y refuerzan su campaña en la lucha contra esta enfermedad. Me parece una pasada el diseño (tanto por la estructura como por la estética) de su
zona activa. Realmente me entran ganas de
activarme y siempre firmo los manifiestos y a menudo termino enviando una decena o más de e-mails a mis contactos.
Todavía hay gente que cree en las firmas en cadena cuando en realidad mucha gente las usa para recopilar correos y aumentar la basura digital. Sin embargo el ciberactivismo (definición de hacesfalta):
Otra forma de hacer voluntariado virtual es a través de las acciones urgentes o 'ciberactivismo'. Se trata de campañas que realizan las organizaciones a travésde Internet para protestar o denunciar distintas situaciones de injusticia (ej. denuncia de trabajo infantil, condena de la pena de muerte, ... ). La mayoría de estas campañas pretenden recoger firmas o bien conseguir que muchas personas envíen una carta a alguna personalidad relevante, para de esta manera hacer presión política. Los voluntarios virtuales pueden apoyar estas campañas mediante su firma on-line o el envío de e-mails, también enviando información sobre la campaña a amigos para conseguir más firmas.
sí es efectivo y está haciendo que distintas entidades saquen adelante propuestas y denuncias. Ángel Gonzalo, responsable de Medios de Comunicación de Amnistía Internacional Sección Española comentaba para A.PUNTO (
boletín de la Escuela de Voluntariado de Madrid) la repercusión del cibercativismo en sus campañas y acciones:
"Internet ha sido la gran revolución de nuestro tiempo en el mundo de las comunicaciones y ha favorecido enormemente nuestras posibilidades de presión e información como organización de derechos humanos. En menos de 48 horas somos capaces de movilizar a dos millones de personas cualquier día de la semana para solicitar la puesta en libertad de un preso de conciencia en cualquier lugar del mundo: Cuba, Eritrea, China o Marruecos. Nuestras recogidas de firmas sirven para liberar personas o para mejorar sus condiciones de reclusión. Llevamos más de 40 años enviando cartas a embajadas, prisiones, ministerios y hasta a grupos armados y tenemos cientos de ejemplos que demuestran que nuestro trabajo es efectivo; los últimos casos del periodista marroquí Ali Lmrabet y de Amnina Lawal demuestran que la presión es efectiva. Esta misma presión ha sido decisiva para movilizar a la gente en campañas como NO MÁS VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES o ARMAS BAJO CONTROL.”